Cerrar los ojos, o mejor abrirlos, y perderse en un país tan
maravilloso como el de Alicia, e incluso aún más absurdo.
Respirar hondo, y adentrarse en el bosque con Tweedledee y
Tweedledum, tercos y retorcidos, y enseñarles a admirar y asombrarse de todo lo
que los rodea; desde los tímidos pájaros-pala hasta los ruidosos patos-bocina.
Extender los brazos, y con un pincel de arcoíris decorar
todas las rosas del reino de la Reina Roja, y lo mismo con todos los días del
año.
Liberar los oídos, y buscar el silencioso e invisible andar
del gato de Cheshire; que un poco de acertijo y sonrisa misteriosa nunca le
hacen mal a nadie.
Abrir la boca, arriesgarse y comer de lo que diga eat me y beber de lo que diga drink me; y disfrutar de la retorcida retórica de la oruga azul y
su imperdonable who are you? que le carcomerá
la cabeza a esta tocaya durante años y hoy más que nunca.
Aprender a ver sabores, oler sonidos, tocar olores, saborear
texturas y escuchar colores; a rasgar las cuerdas de un piano y jugar con las
teclas de una guitarra mientras el Jabberwocky toma el té con el sombrerero
loco y el frenético conejo blanco se toma cinco minutos para leer la triste
historia de la morsa y el carpintero estafadores de ostras; así todo se cruza y
entrecruza, en un telar donde un millón de hilos multicolores persiguen
complicadísimas causalidades que los llevan a ser hoy lo que son hoy, y mañana
lo que serán mañana.
¿Qué serán? ¿Quién sabe? Nadie sabe.
Abrir la cabeza, usar la cabeza y perder la cabeza. Veinte segundos,
un rapto de locura y todo pasa, todo cambia. Hacer esto ahora, esto otro
después, dejar esto otroso para ayer; nadar por las nubes y volar por el fondo
del mar: que nada te detenga, que nada te desvíe, solo vos. Por algo hablamos
de hilos y no de rieles de tren- el hilo es maleable, moldeable, estirable,
retorcible y doblable(y si estirable,
retorcible y doblable no son palabras reales o no lo parecen, ¡pum! Ya las
inventé)
¿Qué pasa si de tanto uso el hilo se desgasta y se rompe?
Bueno, en ese caso espero que sepas
tomar los dos extremos rotos
atarlos en un nudo marinero- o capitán o timonel, si te
apetece
y a seguir avanzando.
“Están en un País de las Maravillas,
soñando mientras los días pasan,
soñando mientras los veranos mueren.
Siempre boyando corriente abajo,
demorándose en el fulgor dorado.
¿Qué es la vida, si no un sueño?”
¡Despertar!