jueves, 12 de abril de 2012

De secretos y cadencias

La mente, al igual que la tierra, es un pseudo universo rebosante de secretos. Y es costumbre del hombre investigar, cuestionar, y hasta develar esos secretos, sin darle importancia al desorden que se deja atrás. Porque es de creencia popular que está en el orden natural de las cosas la iniciativa de volver todo a su lugar- original o correspondiente, según sea el caso.
Pero a veces sucede que hay verdades cuya fuerza es mayor a la que uno puede soportar, y el sistema- por más fuerte que haya sido- se colapsa y derrumba en un instante.
Hay secretos que pueden, a simple vista, significar tanto (o tan poco) como una nota equivocada en una melodía; pero si se mira en perspectiva puede que esa nota demás, ese secreto demás, eche a perder la cadencia casi perfecta de una melodía que ya no puede recuperarse.
Hay ciertas cosas que no deben ser pensadas. Ciertos secretos sobre los que no se debe ahondar, y ciertas verdades- ajenas o propias- que sería mejor que permanezcan enterradas muy, muy profundo.
1-03-2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario